viernes, 15 de mayo de 2015

"Comenzando mi formación Docente"

El día que comencé el cursado de mi carrera me sentía como siempre, pensé que iba a ser como en la secundaria, creo que todavía no asimilaba el compromiso que estaba asumiendo. El primer cuatrimestre no le di importancia, había perdido una materia, tenía notas muy bajas y faltaba mucho. Fue en el segundo cuatrimestre a partir de las observaciones que realice en una escuela que comencé a darme cuenta de que la docencia era lo que quería para mi vida. El solo pensar que estaría formando niños los cuales me verían como una amiga o en algunos casos como una segunda mamá, me hacía sentir sensaciones que no podía explicar. Al comenzar las practicas también pude darme cuenta de las falencia que hay en las escuelas y en algunos maestros, eso me hace pensar que yo como futura docente y formadora debo de comprometerme completamente a realizar bien mi trabajo, sin estancarme o resistirme a las nuevas innovaciones que van surgiendo. Es por esto y por muchas cosas más que me siento orgullosa de poder decir que voy a ser o al menos tratar de ser una buena maestra.

martes, 12 de mayo de 2015

Mi sueño...

Mi sueño…
Les voy a contar el transcurso de mis prácticas docente, pero voy a resaltar una en especial,  la primera institución en la que practique fue Sala de 4 años, Jardín público, nada más y nada menos al que concurrí cuando era niña, donde mantengo los mejores recuerdos  y aun conservo esos amigos que conocí allí, los juegos que realizábamos con ellos en su gran parque con muchos árboles, su  hermosa casa antigua con su aljibe que la caracteriza. Al entrar me sentí invadida de nostalgia, recordando los olores, las mejores historias y el cariño de las señoritas. Pero esta vez era distinto, yo era “la seño” con una realidad terrible, hambre, violencia infantil, una niña integrada; trate que no me desbordara la situación y no perder el propósito de “enseñar” teniendo en cuenta estas características y que eran muy visibles, donde me pregunte ¿es posible que los niños aprendan con este contexto familiar? ¿O con alguna dificultad? Ahí mismo comencé a estudiar Psicopedagogía. Trate de dejar lo mejor de mí hasta que mi hasta que la practica término.
Segunda práctica y sin duda la más significativa Jardín rural, donde ninguna de mis compañeras quería concurrir la distancia y lo que el campo al parecer ofrecía, con mi pareja pedagógica aceptamos el desafío, caminamos mucho por caminos de tierra, saludando los vecinos que más de una vez  nos esperaban para acercarnos a la jardín.
Primer día, contexto de la situación, sala multiedad 2, 3, 4 y 5 años, matricula de 8 niños, hermanos y conocidos de campos vecinos, Directora y Maestra a cargo como docente co-formador y una auxiliar. Pensaba en cómo iba a llevar a cabo mis propuestas,  pero resulto súper interesante como se enriquecían los contenidos tanto para los niños de 2 años como para los de 5 años, con los aportes que ellos realizan y lo que más me atrapo, sus modales, gestos, cariño, sencillez, valores, dedicación, agradecidos  y sobre todo el respeto hacia sus compañeros y hacia mí. Niños que no se encontraban contaminados por el consumismo del mercado y padres comprometidos con la educación de sus hijos.

Me llego el momento de vivenciar por completo la docencia el ámbito rural, en ese momento nos encontrábamos con un paro de auxiliares, tome la responsabilidad de recibir a los niños, preparar su desayuno, acompañarlos al baño, cambiar pañales, conseguir insumos para trabajar, ser profe de educación física, música, entre otros. Sin duda fue la experiencia más enriquecedora y la que si pudiera elegir me iría a vivir al campo, por los niños en zonas rurales, es el día de hoy que los visito y los encuentro en el pueblo y tanto ellos como yo siento que nos recordamos con mucho cariño. Tanto que para mi marco mi carrera docente como mi gran desafío el de enseñar.

viernes, 8 de mayo de 2015

mi experimento



El experimento

Que día especial, aquella  tarde preparándome para mi primera exposición,  debía  tener todos los accesorios,  ¿a ver?,  me dije,  e hice una revisión de mis materiales, tenia lo globos, y de los alfileres, había comprado una cajita,  ¿Cómo me presentaría? me preguntaba.
 Aquel día estaba lleno de incertidumbre, era mi primera exposición, ante mis compañeros, un momento de intercambio, colaboramos entre todos, nos reíamos, sorprendíamos a la vez, con cada experimento,  apúrate Romí, pensaba ¡ya es hora!
 Cuantas emociones veía a cada uno de mis compañeros, había tantos nervios, dolor de panza, me temblaban las manos, al agarrar los objetos.
Entramos a la escuela, una Señora muy amable “la portera” nos miró como si fuéramos niños de primaria, ya que ella los veía a diario, que dulzura tenía en sus ojitos, era tan tranquilizador decíamos, cuando nos acercamos al “comedor” donde estaba “el profe”, nos esperaba sentado en los bancos, y uno a uno nos fuimos acomodando, uno al lado del otro, sacamos cada uno su experimento, ¡guau! que sorpresa al ver que todos nos habíamos esforzados por llegar y hacer la expo de física, la que aún estaba en pañales para muchos, pero que bueno saber que entre todos nos dijimos unos tips, para que fuera exitosa la presentación, cuando fue mi turno ¡obviamente al final! entregue a cada uno un  globo y un alfiler, para hacer la demostración, empecé por contarles que se trataba de una prueba de elasticidad, puse el alfiler en la base del globo, y comencé a insertarlo mas y mas hasta que quedó completamente dentro del globo.
¡No explota! me dijeron ellos sorprendidos, ¿por qué sería?, ya que en la base del globo hay mayor concentración de material la contracción del mismo no permitió la fuga del aire que permanecía dentro del globo.
  Luego contando la experiencia a modo de conclusión, di por hecho que lo explicado se había entendido.
Poco meses después, nos dan un trabajo practico de química, y como era costumbre nos consultábamos todo entre todos, pero hubo algo muy peculiar un ejercicio que denotaba cierto ejercicio muy familiar ¿porque sería? nos preguntábamos, mas luego una compañera me sorprende, al decirme ¡este tipo de ejercicio  es el que vimos hace meses en los experimentos de prácticas docentes ¡que sorpresa! Dijimos, entre risas y recuerdos todos nos dimos cuenta que la habíamos entendido, no por la fórmula escrita, sino por la exposición y la experiencia, que obtuvimos aquel día.
Me pregunto ¿Cuándo podremos ver nuevas experiencias?
 Son didácticas y divertidas, ¡que aventura nueva nos espera en la física!
Ahí estaremos.                                                                     Lorena  Álvarez

jueves, 7 de mayo de 2015

"Comenzando mi formación Docente"



El día que comencé el cursado de mi carrera me sentía como siempre, pensé que iba a ser como en la secundaria, creo que todavía no asimilaba el compromiso que estaba asumiendo. El primer cuatrimestre no le di importancia, había perdido una materia, tenía notas muy bajas y faltaba mucho. Fue en el segundo cuatrimestre a partir de las observaciones que realice en una escuela que comencé a darme cuenta de que la docencia era lo que quería para mi vida. El solo pensar que estaría formando niños los cuales me verían como una amiga o en algunos casos como una segunda mamá, me hacía sentir sensaciones que no podía explicar. Al comenzar las practicas también pude darme cuenta de las falencia que hay en las escuelas y en algunos maestros, eso me hace pensar que yo como futura docente y formadora debo de comprometerme completamente a realizar bien mi trabajo, sin estancarme o resistirme a las nuevas innovaciones que van surgiendo. Es por esto y por muchas cosas más que me siento orgullosa de poder decir que voy a ser o al menos tratar de ser una buena maestra.

martes, 5 de mayo de 2015

¿Será qué nada cambió?

Ya pasadas las 7:30 a.m; lista, con nervios y muy intrigada, me disponía a partir rumbo al campo. Dentro de mí, había un millón de sensaciones contrapuestas que hacían eterno mi recorrido. Me invadía un sentimiento extraño que hacía que recordase mis años en la escuela primaria.
Al llegar a la escuela mis sentimientos se hacían cada vez más fuertes y a la vez iban invadiendo el miedo y la intriga, ¿qué íbamos a hacer? ¿Cómo nos recibirían? Y sobre todo ¿le caeríamos bien a la seño y los niños?
Hasta ese momento todo marchaba bien, izaron la bandera y en forma ordenada entraron al aula, allí la seño me presentó y comenzó con la clase. Mientras, muy amable, me contaba cómo era el trabajo, como se manejaban en la institución y demás cosas relacionadas a la escuela.
Ya próximos a las 10 hs la seño indicó la salida al recreo y con una taza de café calentito me invitó a  recorrer la escuela ¡Otra vez lo familiar!, el salón de fiestas, la casita para la maestra, ¿será que nada cambió? En el patio los niños jugando juntos sin importar las edades, recordar los recreos de mi época, ¡eran iguales! ¿Cómo puede ser? Se sentía la sensación de algo nuevo y a la vez familiar, todo era tan parecido.
¿Será que las escuelas rurales por estar en ese contexto son todas parecidas? La verdad, en ese momento no podía responder a mí pregunta, el asombro me ganaba.
Transcurrido el recreo el miedo había desaparecido, así que al entrar de nuevo al aula la mañana tomó un tono diferente, ya los niños se disponían a mostrarme  sus cuadernos y carpetas, y tal vez por ahí una vocecita tímida hacia una pregunta.
Al reflexionar sobre esto, me doy cuenta que los chicos siempre estuvieron dispuestos a acercarse, sólo que mi miedo no los dejó.

Al finalizar el día escolar su ternura me desbordó y me hizo estar más segura que nunca de la carrera que estoy haciendo. Ésto fue cuando al bajar la bandera los niños saludaron a la seño y me dijeron “chau seño nueva”, esas palabras tan simples pero cargadas de sentimientos, te hace querer ser, con mayor entusiasmo, una futura mejor docente.